
“Las tapiocas son unas medusas bastante chicas y bien transparentes, te entran en la yema de un dedo, y por eso no se ven a simple a vista. Si agarrás en un vaso una muestra de agua ahí si las vas a poder ver moviéndose, pero en el mar no se ven”, explicó a esta agencia Schiaritti, ante el fenómeno que se desarrolló el último verano en las playas bonaerenses.
El veneno de las tapiocas, cuando toca en zonas de la piel más duras en general no se siente, pero cuando alcanza las mucosidades, los ojos, las zonas más sensibles como las axilas, o ingresan dentro de la malla, ahí sí pueden generar una urticaria y una reacción.
Cómo tratar las lesiones
- No aplicar agua dulce, ya que puede hacer que si quedó algún filamento siga largando la toxina;
- No exponer al sol la zona afectada;
- No rasparse la zona lesionada con arena o con toallas;
- Aplicarse alguna compresa fría (no con agua dulce);
- No es conveniente usar orina o vinagre, como se conoce popularmente, porque no calma la lesión;
- Se puede usar alguna crema para quemaduras;
- Si la molesta persiste al cabo de las horas, consultar al médico.
N. dela R; fuente Ahora Mar del Plata.
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