Recuerdo / Néstor Orlando Pessolano – Un «Cacho», de la historia grande del deporte ayacuchense

Realizada 28-5-2020. Hace años que partió, pero su presencia de siente y se palpita en diversos deportes que se practican o practicaron en nuestra ciudad. Fue una mezcla de aventurero, adelantado y persuasivo, con la tenacidad y confianza de los grandes. El fútbol y el motociclismo fueron sus pasiones, sin descuidar a la hermosa familia que construyó junto a su inseparable compañera Sara, que en el último tiempo, incluso lo acompañó en la cupé.

Néstor Orlando Pessolano, nació el 15 de Febrero de 1936. Su esposa Sara Esther Jaime, y sus hijos Darío, Alejo e Iván. Incursionó con gran renombre en motociclismo en diversas categorías, fue parte de varios rally, jugó al fútbol en Estrada, hasta 1960 cuando se retiró. También fue dirigente, fue parte de la fundación de varias instituciones e integró y lideró varias comisiones de instituciones locales.

Hace unos años brindaba un reportaje al recordado “Calle 7” el semanario que en su momento encabezó nuestro amigo Sergio Volantín, y le contaba el propio Cacho; “A veces pienso, que el destino le tiene preparado algo a cada uno. Cuando José Cordonnier ganó Las Mil Millas en 1947, fue un hecho que conmocionó a nuestro pueblo. Yo tenía 11 años e inconscientemente decidí y quedó marcado en mí, que sería corredor. Al ir creciendo, noté que las 4 ruedas eran inalcanzables, y por otro lado noté que sí lo podía hacer sobre las dos ruedas”.

Es así que en 1957, Néstor Orlando Pessolano, “Cacho”, con algunos ahorros suyos, le compró su cucciolo a Juan Ignacio Derdoy, que le había pertenecido antiguamente a Julio Seguí y estaba preparado por Lido Bertona, un “genio” que hizo que esa maquina llegue a los 80 o 90 km por hora, lo que era una novedad para esa época.

Llegó el momento del debut, y este se produjo en el viejo velódromo del Ayacucho Cicles Club ubicado en la Plaza Ciaño, el 9 de julio de 1957. De allí en más participó en unas 10 competencias de estas especialidad, que congregaba a un entusiasta público cada noche, donde se vivieron jornadas de pura pasión fierrera, con una entrada muy accesible para que pudiera ir “todo el mundo”.

En 1959, se inicia en el motociclismo. El gobierno del presidente Frondizi abre la importación y el país se llena de motocicletas y ciclomotores de pequeña cilindrada, siendo para “Cacho” una buena oportunidad de seguir su carrera. El mismo contaba; “Me compré una Capriolo italiana de 75 cc, cuatrotiempos, con la que debuté en 1960 en un circuito que se hizo sobre Av. Miguens. No bien terminó la carrera, nos organizamos para fundar el Club de Motociclismo Ernesto H. Blanca, señalaba entusiasmado. Entre los integrantes estaban su hermano José “negro” Pessolano, los hermanos “tuta” y “tonito” Vitral, el “cholo” Marañon, Carlitos Savarese, el “chango” Manazza, y varios más. Todos ellos reacondicionaron el circuito ciclístico del Tiro Federal”.

Sobre ese lugar, hay que mencionar la realización de unas 30 carreras en la que participaban pilotos de Necochea, Mar del Plata, Miramar y Balcarce entre otras localidades. En esos años debutaron Carlitos Jarque el tandilense que llegó a correr en Formula Uno, Josesito Cordonnier, el más chico de los Burgueño, y Batalla, que se sumaron a “yudica» Giudice, Juárez, el “negro” Pessolano, “cacho” Oscoz, Bustamante, Pancho Corrales, el “nene” Liuzzi, “tonito” y “tuta” Vitral, Irazábal, y “beto” Escudero, entre otros. La mayor velocidad y los “golpecitos” que se daban, los obligó a dejar de usar el lugar.

Hubo un recambio de comisión, y se alquila un local céntrico colocándose un despacho de bebidas y juegos de cartas, cambiando la denominación a Moto Club, y al dejar de organizar carreras, desapareció. Fue una pérdida muy grande para el deporte de Ayacucho, ya que esas competencias habían significado la llegada de grandes delegaciones de competidores, que eran alojados en el depósito de Antonio Stato, con una inmensa parrilla, donde almorzaban todos los visitantes, antes de ir al circuito.

El tiempo pasa, y llegados a 1973 donde se hacen en el Club independiente algunas picadas, a modo de desafíos. “Cacho” participaba con su moto Harley Davidson y en los afiches de promoción, se lo presentaba como “Los Imbatibles”, por él y su fantástica moto. Allí, Pessolano le ganó a caballos de carrera, motos, camionetas Ford F 100, Torinos, Chevrolet 400 y más. Pero, al renovarse la comisión de esa institución, ordenó “limpiar y sacar esa actividad del lugar”, y culminó una singular parte de la historia de atractivos espectáculos populares.

Sin embargo, en los años 1974-1975 un montón de talleristas locales se unen, y forman lo que se llamó “Agrupación de Mecánicos y Afines”. Cacho colabora entonces en la organización, y corre con su moto Ducati Elite, en todas las carreras que se hicieron. Se construyó nuevamente la pista en el Club Independiente, pero increíblemente al renovarse la comisión, ordenó romperlo, y se quedaron sin lomos de burro, alambrados, protectores, y todo lo que habían construído.

Con tenacidad y mucha pasión, los pilotos locales construyen un nuevo circuito. Se van con el Padre Rodolfo Cazes a la quinta de la sagrada familia, conocida por todos como Nazareth, donde se establece la pista, se le pone luz, y comienzan los campeonatos diurnos y nocturnos, desafíos y carreras de bicicleta para niños. En esa época parecen nuevos pilotos como Hugo González, Hugo Pessolano, Di Benedetto, Tort y Acuña entre otros. Vienen pilotos de Tandil y Maipú, por lo que entre los años 1976-77 se concretaron unas 20 carreras.

Ya en 1977 nace AMA, justamente el 18 de Agosto de se funda la Agrupación de Motocilismo de Ayacucho, que construye el circuito en el Aero Club bajando la calle Moreno, que fue denominado «Ciudad de las Rosas», siendo habilitado por CECA, que es la máxima autoridad en seguridad de circuitos deportivos. Se hacen carreras de bicicleta, karting, fórmula 5, y aparecen los nombres de Oscar Lavoratore y los tres hermanos Robles, aunque con el paso del tiempo se perdió la actividad.

Ya en 1985-1988 se hicieron algunas carreras en ruta, que se denominaron “Doble Fair”, en la que se llegó a reunir 25 motos. Se largaba en el Monte de Orfila, hasta llegar a Fair, retomando luego de las curvas por el camino a “La Cornelina”, llegando al asfalto. En esas competencias “cacho” gana dos de las carreras. Ya en los años 90, participa de las competencias de motos antiguas de los rallies nacionales, yendo a San Juan y San Rafael Mendoza, representando a Ayacucho. Al ser consultado sobre esa experiencia, señaló a un medio local, “ Cuando estaba en las alturas, la moto se me apunaba como las personas, y me dije; ¿Quién me mando a meterme en esto?, recordaba”.

Ya en el final de su trayectoria, el 4 de Agosto de 1995 como integrante de la Asociación Amigos del Museo, participó en la organización del homenaje de los 89 años de José Cordonnier, en la que se contó con la Bacquet con la que el ayacuchense había corrido en los años 1938-1939, se presentó el libro de Cordonnier, y estuvo el auto de la Limitada del 27 de América Jatip.

El 21 de diciembre de 1997, luego de soñarlo por mucho tiempo “cacho” Pessolano logra adquirir y presentar la réplica del Chevrolet Nro 43, que ganó las Mil Millas del TC, 50 años atrás. Con ella, participa de algunas carreras de regularidad, que se efectuaban en esos años.

También fue futbolista

En 1953, fue arquero de la segunda división de Estrada, único club en el que jugó. Unos meses después pasó a la primera, donde se retiró en 1960.

Para que se le caiga otro lagrimón a algún memorioso y simpatizante estradista, una de las alineaciones que hizo furor en esos tiempos, contaba en el equipo con; Néstor Pessolano, Antonio Loscalzo, Edgar Tirri, “Calin” Traiani, “Coco” Milloc, Atilio Frayarena, “pelusa” Etcheverría, “tuta” Vitral, Luis Alfonso Pérez, “chiquito” Pereyra, y el “negro” Albero Caceres.

Consultado en su momento, Cacho explicó; “Jugué hasta que las lesiones y las motos le ganaron al futbolista. Que recuerde, los jugadores que se destacaron cuando jugue eran Rafael Peralta, y “el negro” Alberto Caceres”, la garra del paisano Néstor Raúl Milloc, Lirio Lossino, Néstor “Cacho”Pérez y Cecini”. En mi puesto decía, “Como arqueros, siempre me gustaron el paisano Alberto Gadea y “Guya” Moris. Y permanecen en mi recuerdo aquellas jornadas de domingo de la vieja cancha de la Liga, colmada de público presenciando los partidos”.

Sobre los elencos que le tocó integrar, Néstor Pessolano afirmaba; “El mejor Estrada en el que jugué fue en 1958. Formaba con Pessolano, “Calín” Traiani y Edgar Tirri como defensores, Rafael Peralta, “coco” Milloc y Atilio Frayarena como volantes, y “coco” González, “tuta” Vitral, Luis Alfonso Pérez, “chiquito” Pereyra y el “negro” Cáceres, como delanteros”.

Fue un gran y comprometido dirigente

Néstor Pessolano fue fundador del Club Motociclistico “Ernesto H. Blanco”, de la Agrupación Motociclistica Ayacucho – AMA, de la Peña Nazareth, integró la comisión directiva del Tiro Federal, del Ateneo Estrada, de la Cámara de Comercio, y la Asociación Cooperadora de Amigos del Museo.

Un ejemplo en estos tiempos de Corona-Virus…

Si llegaron hasta el final de la nota…Les cuento que nos quedamos con las manos temblorozas de transcribir y recolectar información. Pero al mismo tiempo, pensábamos en la redacción que enorme ejemplo nos deja. Cuanta pasión. Que entereza. Cuanto orgullo para Sara, y para sus hijos. Quizás nos permita comprender el esfuerzo, y la propia entrega que ellos tienen por las  instituciones locales. Ese don de buena gente que los Pessolano llevan en la sangre, que heredaron de “un verdadero personaje”, con una voz entusiasta para contar lo hecho y lo que quería hacer.

En este tiempo de pocos referentes, encontramos un hombre de convicciones inquebrantables, de trabajo, comprometido, y referente, aunque ya hace años que se fue para correr otras carreras, para atajar en otros arcos, para correr a toda velocidad sobre dos ruedas…Una nota que no olvidarán, ni su familia, sus queridos amigos, y obviamente tampoco www.ayacuchoaldia.com.ar

13 Comments

  1. Felicitaciones, Pablo y a todo el staff de Ayacuchoaldia, por esta nota de recuerdos y con un gran sentido de homenaje, a una persona muy reconocida y muy querida de nuestro pueblo, que dejó una huella imborrable y una enseñanza de vida, muy difícil de olvidar. Vaya, desde estos simples renglones, mi reconocimiento a la inmensa trayectoria de «Cacho» Pessolano y un sincero abrazo a toda su familia!!!!

  2. Martín Bautista Beherán- Que lindo recuerdo. El matrimonio Pessolano ..y la réplica del Chevrolet de José Cordonier. En la entrada de lubricentro Pessolano. Cacho le tenía mucho cariño a ese auto. Hoy está en el lugar que le corresponde estar. Museo Juan Manuel Fangio de Balcarce.. Cacho Pessolano ganó un gran premio histórico con ese auto

  3. Vaya mi recuerdo a un amigo, un gran deportista, pero una mejor persona, un hombre de palabra. Me acuerdo que cuando chico también le gustaba dibujar y lo hacía muy bien. Un abrazo a la familia y quiero felicitarlos por haber tenido un esposo y un padre como Cacho.

  4. Abel Guillermo Bruno – ¡Vaya si lo recuerdo!. Como para olvidar aquel 4º Gran Premio «Ciudad de San Fernando» de 1998. Recuerdo entrañable para Cacho…

  5. Adri Labala – Lindo leer estos recuerdos de alguien que ya no esta, pero que hizo un poco de historia en el deporte.

  6. Grande Cacho!! Siendo muy chico lo conocí , muy buena persona , está a la vista con la Familia que ha dejado y que siguen sus pasos!!

  7. Y se fue a correr otras carreras, el mismo día que se fue el abuelo, del año siguiente. Allá los dos estarán mirando la réplica!!!!!

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