LOS LUCAS “VÍCTIMAS DEL SISTEMA” Duro pronunciamiento del Departamento de Justicia y Paz de la Diócesis de Quilmes

El documento dado a difusión este viernes, se refiere a Lucas Cancino de 17 años, que semanas atrás fue víctima de un robo violento que terminó con su pecho apuñalado y muriendo en los brazos de su abuela. Lucas iba a la escuela en su bicicleta. Quien lo asesinó fue otro pibe, otra víctima también del sistema. Un pibe cuya vida desde pequeño fue un infierno de abandono, hambre y consumos problemáticos. Fratricidio en Quilmes.

Hoy, otro Lucas, González, también de 17 años fue víctima del gatillo fácil. Fue muerto por la policía cuando salía de un entrenamiento de fútbol en Barracas. Esos policías de la Ciudad, probablemente de origen tan humilde como Lucas, se convirtieron en victimarios envalentonados por el discurso de la “mano dura para los delincuentes”. Fratricidio en CABA, consigna la iglesia.

En otros de sus párrafos, el comunicado sostiene que la complejidad del entramado social del conurbano bonaerense, “atravesado por la terrible desigualdad económica”, se quiere simplificar desde los medios de comunicación y las redes sociales en la división binaria: de un lado, supuestamente, estaría la “gente de bien”, trabajadora y que estudia, honesta; y por otro lado, “los delincuentes”, asociados las más de las veces a la portación de cara oscura, gorrita y domicilio en barrio marginal. La solución de la mentada “inseguridad” es fácil para estos comentadores expertos en todo, detrás de micrófonos y de pantallas: más policía, más mano dura, más cárceles, más “muerte al que mata”. Discursos de odio que empujan al odio.

Luego, la diócesis de Quilmes remarca que “Para quienes creemos en el Evangelio y en el proyecto de Jesús, fraterno y sororo, y de especial atención a los más pequeños y a los más pobres, pensamos que el camino siempre es más vida y no más muerte. Para quienes creemos en el Evangelio, pensamos que la paz más sólida se gesta en una sociedad más justa. La desigualdad será siempre el caldo de cultivo de toda violencia”.

Por supuesto que exigimos justicia por estos “Lucas” asesinados y acercamos nuestro abrazo de consuelo a estas familias atravesadas por el dolor. Pero esta cadena fratricida no se superará mientras tantos y tantas son empujados a los márgenes de la vida, a los abismos de la muerte.

Mientras tanto seguimos implorándole al Dios de la Vida y de la Misericordia: “Venga tu Reino de fraternidad, de sororidad, de justicia y de paz”, finalizan diciendo.

N. de la R – Fuente; InfoGEIJd

1 Commentario

  1. A mí me robaron dos veces en Capital. En ambas ocasiones fueron gente de piel oscura y etnias extranjeras (Latinoamérica)

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