La Biblioteca Pública, Municipal y Popular “Manuel Vilardaga” inició el viernes 22 de mayo con una ronda de lectura virtual que puede apreciarse en la página que la institución posee en Facebook.
Desde ese día se han ido sumando miembros de la comunidad de todas las edades. Están presentes desde los balbuceos de un bebé o las primeras palabras de un niño hasta los memoriosos recuerdos de una abuela de 100 años pasando por lecturas de adolescentes y adultos. Agradecemos a quienes han participado y los invitamos a escuchar a quienes se sumarán en los próximos días.
Para quienes no tengan acceso a Internet pronto podremos reproducir alguna breve lectura por los medios gráficos.
«Las lentas hojas vuelve un niño y grave sueña con vagas cosas que no sabe. Y así sucederá también en la vejez, pues la lectura, como el Universo, es infinita”.
Jorge Luis Borges.
Leer es, en un sentido amplio, develar un secreto. El secreto puede estar representado en imágenes, en palabras, en trozos privilegiados que llamamos realidad.
Leer es algo más que descifrar, leer es construir sentido. No sólo se “lee” lo que está representado en letras. Se “lee” una imagen, un rostro, una mirada. Se buscan indicios y se construye sentido. Mucho antes de disponer del lenguaje, un bebé “lee” el mundo que lo rodea, busca señales, registra lazos de significación entre un tono de voz, un rumor, un ruido de pasos o el consuelo.
En los comienzos de la vida, el niño aún no “lee” solo, sino que es leído por otros, especialmente en el seno de la familia.
Los niños entran en la escena humana y es ahí donde comienza el lenguaje, en la comunicación permanente entre madre e hijo. El niño, incorpora en silencio las voces de sus seres queridos, y en la voz de la madre, nacen las primeras historias, de los libros sin páginas, que ella inscribe en la memoria poética del niño.
Leemos para encontrar fuera de nosotros, palabras a la altura de la propia experiencia, figuraciones que indirectamente, ponen en escena, lo que se ha vivido, en particular, en los capítulos difíciles de cada historia. Leer sirve para descubrir, que aquello que nos atormenta, que nos asusta, que nos preocupa, nos pertenece a todos.
Cada lector es, cuando lee, el propio lector de sí mismo.
Saber que la imaginación nos permite ser otros y ser nosotros mismos, descubrir que podemos pensarnos, nombrarnos, soñarnos, encontrarnos, conmovernos y descifrarnos en ese gran texto escrito a tantas voces, por una infinidad de autores a lo largo de la historia, es lo que le otorga sentido a la experiencia literaria, como expresión de nuestra común humanidad.
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