Cuando la lactancia materna es la principal arma contra la Bronquilitis

Desde el área de Salud de la comuna dieron a conocer una serie de recomendaciones acerca de la prevención de la Bronquilitis, esta infección respiratoria que afecta a la vía aérea pequeña y, principalmente, a los bronquiolos de los más chiquitos, originando un edema, aumento en la producción de moco y, por lo tanto, obstrucción. Es de remarcar que la lactancia materna en exclusiva actúa como el principal factor protector.

Es la infección del tracto respiratorio inferior más frecuente en el lactante y constituye la primera causa de hospitalización en los menores de dos años.

Etiología

La bronquiolitis es típicamente producida por una infección viral y el virus respiratorio sincitial (VRS) es la causa más frecuente (75% de los casos), especialmente durante las epidemias y en los pacientes hospitalizados, seguido del rinovirus. Otros virus que se aíslan con menos frecuencia incluyen: parainfluenza, metaneumovirus, influenza, adenovirus, coronavirus y bocavirus humano.

Epidemiologia

Se presenta en epidemias durante el invierno y principio de la primavera, generalmente durante los meses de Mayo a Septiembre, aunque pueden aparecer casos esporádicos a lo largo de todo el año.

Son factores de riesgo para el desarrollo de bronquiolitis: hacinamiento, ingreso hospitalario, tener hermanos mayores (sobre todo si comparten habitación), asistencia a guardería y exposición al humo del tabaco, especialmente si la madre fuma durante el embarazo.

Existen algunos grupos que tienen mayor riesgo de desarrollar un cuadro grave de bronquiolitis VRS positivo, como: los lactantes menores de tres meses; los prematuros (menores a 35 semanas de edad gestacional); aquellos que tienen enfermedad pulmonar crónica.

LA LACTANCIA MATERNA EXCLUSIVA ACTUA COMO UN FACTOR PROTECTOR.

El diagnóstico de la bronquiolitis se basa principalmente en los síntomas, que se presentan en un lactante menor de 2 años, y que coinciden con una epidemia de VRS en la comunidad. El cuadro clínico comienza como un catarro de vías altas, con: estornudo, tos, rinorrea y, en ocasiones, febrícula o fiebre y en el transcurso de 2 ó 3 días se intensifica la tos, aparecen los síntomas de obstrucción de la vía respiratoria inferior con aumento del trabajo respiratorio, taquipnea e irritabilidad. En los casos más graves, la dificultad respiratoria es marcada, y presenta rechazo de las tomas de alimento y decaimiento.

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