
Un amanecer rojo tuvo la ciudad, con un cielo extraño, con una tonalidad admirable, con el sol que desde el Este empezaba a emerger o al menos su luz. Por eso, tomamos la máquina y elegimos un lugar bien elevado para intentar buscar una imagen que describiera lo que nuestros ojos sí recibían, sobre todo con el juego de sombras que se daba entre los oscuros de lo que quedaba de residuo de la noche y las primeras luces del día. Muchos ya empezaron a hablar de cenizas volcánicas aunque no daba la impresión.
En las primeras horas de este día, abandonando nuestra casa para arrancar la jornada laboral, nos encontramos con esta visual llamativa, impactante, hermosamente admirable. El cielo muchas veces nos ofrece esto, sobre todo jugando con las sombras de las nubes. También se dudaba que pudiera ser ceniza volcánica proveniente del volcán chileno Calbuco que desde un par de días tiene a todo el sur y centro del país en vilo. Pero de todos modos, observando los medios televisivos capitalinos que realizan una cobertura del hecho, ninguno hacía referencia a que la ceniza volcánica ya pudiera estar sobre el centro de la Provincia de Buenos Aires como sí ocurrió cuando en el 2011 entró en actividad el volcán chileno Puyehue.

Comentarios