Con muy buena respuesta de público, se desarrollaron durante este fin de semana los Corsos en nuestra ciudad, que tuvieron a lo largo de ambos días el paso de comparsas y murgas de la ciudad, como también la Banda Municipal de Música.
Y más allá del colorido y el evidente trabajo que cada agrupación pone en escena, sigue siendo una verdadera pena que no se respete el paso de cada bailarín, de cada músico, a quienes les arrojan espuma, se cruzan permanentemente interrumpiendo su paso como también que puedan lucirse con el baile.
A diferencia de años anteriores, hubo menos colaboradores que pasaran con sogas buscando que el público, sobre todo los chicos, permanecieran sobre la vereda; y mucho menos las esperadas vallas que lograrían organizar mejor el evento popular, y sobre todo respetar el paso de las comparsas como lo músicos, máxime con el costo y trabajo que tienen en la elaboración de los atuendos.
Son cuestiones que se plantean una vez realizado cada carnaval, en la imperiosa necesidad de contar no solo con mayor educación entre quienes concurren, sino también con los elementos apropiados que permitan que quienes están ubicados sobre la vereda puedan observar y disfrutar de un espectáculo que nos llega a todos.
Lo cierto es que pasarán días pero tristemente, para la semana venidera será solo recuerdo y nada se avanzará a lo largo del año hasta que llegue el carnaval 2025 y no solo siga estando el problema, sino como quedó a la vista en el recientemente concluido, la situación se recrudezca.
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