Mar del Plata – Murió Arroyo, el hombre del sobretodo que pasó de ser anzuelo de votos al destrato de la gobernadora

Llegó al poder pleno de apoyo popular y pronto perdió el aval desde provincia y Nación. Sus acciones y declaraciones lo ubicaron en un lugar incómodo para sus pares de la coalición.

Los cuatro años que Carlos Fernando Arroyo pasó en el despacho principal del palacio comunal, convertido en intendente por el voto popular a fines de 2015, estuvieron signados mucho más por escándalos y relaciones difíciles tanto con propios y opositores que por sus aciertos y legados para la comunidad.

Su estilo tosco y sin medias tintas a la hora de tomar decisiones le valieron la pérdida de avales y el desgranamiento de un bloque que veía diluir la oportunidad soñada para Mar del Plata, que era tener alineamiento y sintonía política con los gobiernos nacional y provincial como no ocurría desde 1983.

Su perfil de rostro serio, las ojeras eternas e inolvidables para sus alumnos, el sobretodo que lo acompañaba día y noche, invierno y verano, y sus bravuconadas los convirtieron pronto en un blanco interesante para los medios nacionales

Cómo olvidar el escándalo que armó cuando, en pleno verano, tomó la decisión de prohibir el desarrollo de fiestas electrónicas que estabas contratadas y con artistas casi listos para intervenir en playas del sur. Su excusa era que eran un ámbito propicio para el consumo de drogas y había que evitarlas. Tras idas y venidas, hubo acuerdo y controles especiales.

Sus desencuentros con la gobernadora María Eugenia Vidal pueden cubrir decenas de hojas en el libro de gestión política de aquellos años. Se fue de un acto en la playa de la provincia, frente al Museo Mar, porque no le daban lugar destacado entre las autoridades.

De eso ya sabía Arroyo, que en la presentación del Operativo Sol de verano tuvo que conformarse con ubicarse en un palco lateral mientras en el escenario central estaban la gobernadora y la ministra de Seguridad de la Nación. El anfitrión debió conformarse con seguir todo desde lejos.

La misma Vidal lo reprendió desde una carta pública cuando le echó en cara la intención que tuvo el municipio de cobrarle , en pleno desarrollo de la temporada de verano, una tasa adicional a los productores teatrales por las ganancias que obtenían en esta ciudad durante este período.

Ya con la relación cortada de cuajo, Arroyo fue más claro y no tuvo muchos inconvenientes en reconocer que esos años fueron de diálogo cero con la gobernadora. “En dos años no me llamó nunca”, dijo cuando promediaba su gestión y ya le habían puesto un hombre del gobierno provincial a medirle sus pasos de gestión. Fue Joaquín De la Torre.

Para la historia quedará también cuando contó una discusión que tuvo con el entonces Ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, relacionada con el desarrollo de la obra de gasoducto que necesitaba y reclamaban Mar del Plata y la región. “Por poco me agarro a trompadas”, contó en primera persona de aquel episodio con uno de los hombres fuertes y más cercanos a Macri.

Algo parecido ocurrió con los responsables del Futbòl de Verano, a quienes enfrentó con la intención de cobrarles un cánon más alto por el uso del estadio. Una decisión que marcó el principio del fin de aquella relación con los organizadores y la pérdida de una tradición de décadas en esta ciudad.

Ni hablar sus expresiones sobre cuestiones de género, tema con el que nunca se sintió cercano y que incluso lo expusieron como blanco de durísimas críticas. En algún momento habló de las necesidades económicas y de obras del distrito y planteó una solución que le costó el grito de gran parte de la sociedad: «tenemos que conseguir unos pesitos más para hacer un poco de asfalto y después mandar a alguna chica bonita a convencer a empresarios para que vengan a invertir a Mar del Plata»

Durante los últimos tiempos, ya fuera de la gestión, fue noticia en varias oportunidades por sus reclamos de cobro de vacaciones trabajadas adeudadas. Junto a varios de sus funcionarios llevó ese planteo a la justicia en una demanda de cifras millonarias.

También fue título por su salud. Primero por las lesiones que sufrió hace dos años, cuando en su VW Gol Rojo volcó tras protagonizar un choque en cercanías de su casa. Por último, este invierno, pasó días bajo cuidados especiales a partir de problemas respiratorios que lo aquejaban y le hicieron pasar malos momentos.

N. de la R; fuente Ahora Mar del Plata.

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