«Los Gencarelli» concretaron una muy linda peña automovilística este jueves antes de Tandil

Laureano y Sebastián Gencarelli realizaron este jueves 21-30 una cena de APAC antes de la carrera en Tandil, el el galón de Rivadavia 757 con asado, chorizos, cordero, ensalada y postre, contando con una nutrida concurrencia de amigos, seguidores, auspiciantes, familiares y colaboradores.

En un clima «bien fierrero» se pudo compartir un muy lindo momento de anécdotas, sorteos, reencuentro de amigos, exquisitos chorizos, empanadas, cordero y pollo de campo, además de hablar de autos, carreras, y la felicidad de poder volver a reunirnos, luego de los momentos vividos por el Covid19 y la pandemia.

En dialogo con Sebastián destacó; «Vamos a ir corriendo con Lauri intercambiando, yo quiero hacer alguna carrera más este año y después ver. Pensé que no iba a correr más y el mismo me entusiasmo y es muy bueno hacer algo juntos. Siempre desde chiquito me siguió en todo lo que hacía, así que estar con mi viejo, con él, los chicos que nos acompañan, amigos y ustedes es muy lindo. Nosotros hacemos todo a pulmón, queremos representar a Ayacucho, divertirnos y compartir esta pasión, no somos un gran equipo ni tenemos grandes pretensiones. Agradecemos a todos los que nos acompañaron, a los anunciantes y ojalá salga todo bien el fin de semana».

Laureano Gencarelli que con solo 18 años ya se subió al auto de carrera, señaló; «Es increíble lo que se siente estar arriba del auto, todavía nolo puedo creer. Mis amigos me preguntaban como me había sentido, como estuvo la carrera y eso es muy lindo. Papá y el abuelo están contentos porque les gusta esto, tenemos varios auspiciantes y solo queremos divertirnos y pasarlo lo mejor posible. mamá está contenta, pero todavía no me fue a ver. No se porque -risas-, pero bueno lo importante es que podemos volver a hacer estas cenas, recibir amigos y disfrutar de lo que tanto nos gusta. Les dejo un abrazo grande y gracias por el apoyo y acompañamiento de todos».

la verdad es que pasamos una noche muy agradable, la «barra» de los Gencarelli nos atendieron de manera excepcional, y ni los relámpagos ni la intensa lluvia frenaron esta pasión de un lindo grupo de seguidores, como en los viejos tiempos del automovilismo donde un grupo de fanáticos se juntaban para armar un auto y correr. Esa esencia, esa pasión, el sonido de motores y el gusto interminable por un auto de carreras y estas realizaciones que tanto extrañábamos, después se verán los resultados, los Gencarelli ya están en la carrera, en la más linda…En la de juntar a la familia, los amigos y un sentimiento muy particular…»el amor por el automovilismo».

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