
Una situación que desde hace largo tiempo se viene dando en Ayacucho y el Municipio encabezado por la gestión de Emilio Cordonnier, pareciera que no muestra reacción alguna. La misma tiene que ver con el servicio de recolección de residuos domiciliaria, el cual desde la llegada al gobierno de la actual gestión se dispuso que sería de mañana, a diferencia de lo que se venía sucediendo como método más utilizado en diferentes ciudades que es nocturno.
La explicación fue que, entre sus beneficios, resultaba más seguro para el personal. Ahora bien, no son solo meses sino años que los vehículos en los que se realiza la recolección dejan muchísimo que desear. Claramente, el área no tiene inversión que permita mejorar la calidad no solo del servicio que sostienen los contribuyentes sino por los propios trabajadores del área, que se ven obligados a estar colgados de estribos en mal estado, o incluso, acomodando bolsas a más de 4 metros de altura, encima de un camión que no está apto para dicha función.
Evidentemente se está exponiendo al personal ante una posible tragedia, y a su vez, sin la más mínima cuota de vergüenza, los camiones o camionetas con carros intentan cumplir un servicio por el cual cada vecino paga una tasa denominada Servicio Integral al Contribuyente, que incluye alumbrado, barrido y limpieza.
Ahora nos preguntamos: ¿qué debe suceder para que esto cambie, para que se reaccione? Cada uno elaborará su propia respuesta.




En qué lugar se realiza la recolección de residuos de manera distinta?