El “Hermano Raúl” estará preso 16 años por dos casos de abuso sexual. El reconocido “manosanta” que tuvo una importante vinculación con ayacuchenses dado que concurrían a Bolívar en búsqueda de sanación y que estuvo en Ayacucho, en Independiente donde dejó chico el anfiteatro, fue condenado a 16 años de cárcel por dos casos de abuso sexual.
Este Miércoles 12 en la sede del Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de la ciudad de Azul fue condenado a 16 años de prisión. La semana pasada un jurado popular encontró a Raúl Guerreño culpable del delito de “abuso sexual agravado por acceso carnal y por ser cometido por ministro de culto” y otro caso por “abuso sexual”.
La pena de prisión para con el encausado fue dispuesta por el Jueza María Alejandra Raverta, que integró el Tribunal de manera unipersonal. El Fiscal había solicitado la pena de 18 años de prisión.
Recordemos que el “Hermano Raúl”, ampliamente conocido en Bolívar y ciudades de la zona como Ayacucho, comenzó a ser juzgado el martes por abusar de una nena, que tenía once años cuando fue violada por primera vez.
A la madre de la víctima le decía que su hija tenía “cualidades especiales” para convertirse en su sucesora. Nacido en Rosario y llamado Donato Raúl Guerreño, lo detuvieron en mayo de 2016. Después, funcionarios policiales de 25 de Mayo, Bolívar y Tandil fueron apartados de sus cargos y denunciados, sospechados de integrar una “red de protección” para favorecer al manosanta.
Donato Raúl Guerreño, de 57 años, está preso en la Unidad 38, una de las cárceles del SPB de la localidad de Sierra Chica.
El “Hermano Raúl”, un supuesto “sanador” que atendía a sus seguidores en una quinta de Bolívar, recibía masivamente a quienes acudían a verlo desde esa ciudad y de varias más de la región.
En el marco de esa actividad que desarrollaba, Guerreño llegaba a recaudar “más de 600 mil pesos por fin de semana”, de acuerdo con lo que una fuente allegada a la investigación del caso le refirió ayer al portal EL TIEMPO.
Una denuncia
Según el portal consultado, el 30 de abril de 2016, en la Comisaría de la Mujer que está en Bolívar, el hombre que este Miércoles fue declarado “culpable” había sido denunciado por la madre de una menor.
Días más tarde el “Hermano Raúl” sería detenido, condición en la que llegó a este debate desde la Unidad 38. Una de las cárceles del SPB situada en la localidad olavarriense de Sierra Chica donde actualmente está preso.
Durante la instrucción de esta causa su prisión preventiva había sido confirmada desde la Cámara Penal de Azul.
Esa medida cautelar, como el supuesto violador de la menor, en primera instancia le había sido dictada por Carlos Villamarín, juez de Garantías con asiento en Olavarría que también intervino en este sumario que instruyó la fiscal de Bolívar Julia María Sebastián.
“Era un hombre que movilizaba mucha gente, que estaba muy conectado con la Policía y hasta con el poder político”, indicó ayer una fuente judicial allegada a esa investigación penal que se llevó a cabo.
Las derivaciones que el caso tuvo implicaron que fueran removidas varias autoridades de secciónales policiales con sede en Bolívar, 25 de Mayo y Tandil, quienes después serían investigadas por formar una supuesta “red de protección” para favorecer al “Hermano Raúl”.
Esos funcionarios policiales fueron apartados de sus cargos y denunciados, sospechadas de haber adulterado pruebas vitales en esta investigación. Evidencias relacionadas con la violación en reiteradas ocasiones a esa menor, uno de los hechos por el que ayer a Guerreño un jurado popular lo declaró “culpable”.
La víctima, según se comprobó, tenía once años cuando acompañó a su mamá desde Tandil a ver al manosanta.
Esa mujer había viajado a Bolívar para atenderse con Guerreño, quien aquella primera vez le solicitó que siguiera trayendo a la nena, ya que -le decía a su mamá- veía “cualidades especiales” en ella para convertirla en su sucesora.
En el marco de eso que le decía a la mujer, el “Hermano Raúl” le pedía siempre que lo dejara solo con la nena, ocasiones en las cuales comenzó a accederla carnalmente.
De esa manera, con la excusa de que “le iba a transferir sus poderes” -dijo ayer una fuente allegada a la causa penal- la menor comenzó a ser violada en reiteradas ocasiones. Desde los once años y hasta que cumplió trece.
La nena se convirtió en una asidua concurrente a la quinta donde Guerreño atendía a sus seguidores.
De la mano de su mamá, que ignoraba en un principio lo que pasaba con su hija, la menor viajaba habitualmente desde Tandil para ver al “Hermano Raúl” en Bolívar.
Además, el encausado iba con la nena a diferentes lugares y la presentaba como la continuadora y heredera de su labor “sanadora”.
Pero un día la madre de la chica descubrió a Guerreño abusando sexualmente de su hija, cuando encontró a ambos en una cama y la menor estaba semidesnuda.
Después, la víctima de estos abusos le contaría a su mamá que esa situación se venía repitiendo desde hacía varios meses.
La mujer denunció en la Policía inmediatamente lo sucedido, iniciándose la investigación penal que ayer derivó en que al manosanta oriundo de Rosario un jurado popular lo declarara “culpable” en este juicio que continúa hoy.
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