En un hecho pocas veces visto, hace algunos días, la tranquilidad de un barrio se vio alterada por el episodio que finalizó con un Renault 18 dentro del espejo de agua de una vivienda en construcción.
El anterior fin de semana, en plena madrugada, vecinos sentían ruidos de un automóvil acelerando constantemente. Lo escuchaban con claridad pero lo que no veían, y se enterarían horas más tarde, era que un R18 con su conductor alcoholizado había terminado dentro de una pileta.
Este inédito suceso no tuvo que lamentar heridos, más que los daños materiales que ocasionó el imprudente accionar de la persona que estaba al volante, y que sin entender los motivos, terminó dañando la pileta de la vivienda en construcción y también ocasionó daños en uno de los costados del frente de la casa.
Lamentablemente los controles volvieron a fallar y esta persona, un verdadero peligro al volante, provoco pérdidas materiales y económicas para una familia que estaba construyendo una vivienda con todo lo que esto implica.
A diario se realizan distintos operativos pero por lo visto continúan las falencias y claramente es necesario de una educación vial correspondiente para que se maneje con mayor responsabilidad y se eviten este tipo de lamentables episodios.
Desafortunadamente el esfuerzo de una familia se vio totalmente alterado y, cuando los gobernantes de turno que tanto le piden y exigen a la comunidad, se terminan lamentando por estos episodios.
Una persona a bordo de un R18, en el Tandil Soñado, terminó dentro de una pileta en el barrio del Calvario. Después de que una grúa pudo sacar el vehículo del lugar, el mismo fue secuestrado. El conductor se retiro tranquilo a su casa, sin ningún tipo de prueba de alcoholemia como tampoco fue detenido por lo causado. Una nueva muestra que falta prevención y más educación vial, en una ciudad en la cual cada día se maneja peor.
N. de la R; fuente La Voz de Tandil.
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