Sequía: pronostican menos lluvias de las esperadas, generando preocupación

La bolsa de comercio de Rosario elaboró un informe en el que detalló que se redujeron las precipitaciones que se aguardaban para el Niño tras la intensa sequía de este año.

Luego de una temporada en la que la sequía afectó considerablemente la producción agrícola, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario especificó que lloverá mucho menos de lo que se pretendía para este año durante el fenómeno del Niño, afectando directamente al campo.

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) determinó que la intensidad del Niño será menor este año, pasando de un Niño fuerte a uno moderado. La última actualización del organismo norteamericano enseñó valores distintos a los que se habían publicado en junio y en mayo.

En los informes anteriores, los resultados determinaron lluvias mensuales, desde octubre a enero, con una media que iba desde un 40% hasta un 60% por encima de lo normal. Con el Niño moderado, el número es menor y las precipitaciones que se esperan durante el mismo lapso de tiempo oscilan entre un 30% y un 40%.

En el informe publicado por la institución rosarina, Alfredo Elorriaga, consultor climático, explicó que el “océano no se termina de acoplarse con la atmósfera” y que este es el motivo por el que “no se potencia la actividad de los vientos que son responsables del transporte de humedad”.

Para calcular la intensidad del Niño se miden las anomalías de las temperaturas en el Pacífico Ecuatorial y el comportamiento de los vientos. Estos tenían valores más altos en mayo, que disminuyeron en junio y continuaron haciéndolo en los primeros días de agosto.

En el documento publicado por la Bolsa de Comercio de Rosario aseguraron que las anomalías térmicas “que son variables más estables como predictor de los modelos, siguen mostrando un calentamiento muy importante”. De esta manera, las demás variables que determinan la lluvia en cada región, entrarán en mayor consideración que durante los últimos meses. Por este motivo, la producción agropecuaria dependerá de efectos imprevistos en mayo, que son más difíciles de pronosticar en el largo plazo.

A pesar de que se hará presente, el Niño prometía un aumento considerable de las lluvias que no se cumplirá y los productores agropecuarios deberán tener en cuenta otras variables, como las anomalías térmicas y los efectos regionales. Esto implica a una serie de cultivos, como el maíz, la soja y el trigo, tres pilares fundamentales en la economía del país.

El año pasado, la siembra y la cosecha sufrieron las fuertes consecuencias de las sequías. Los problemas durante la temporada 2022/2023 generaron pérdidas de miles de millones de dólares. En este sentido, la Bolsa de Comercio de Rosario buscará trabajar junto a los productores para afrontar el fenómeno.

N. de la R; fuente Campear.

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