Los toros de Cabaña «La Escondida» fueron “puro promedio” en la Sociedad Rural de Tres Arroyos

Los puros controlados de la cabaña La Escondida fueron “puro promedio” en la Sociedad Rural de Tres Arroyos: los 37 animales hicieron una media de casi 4.700.000 pesos, valor récord en lo que va de la campaña de venta toros.

“¿Cómo resumiría este remate con una sola palabra? Récord. Porque debe haber superado a cualquier remate puro controlado hecho hasta ahora en el país. Hicimos casi 4.700.000 de promedio, es un récord nacional y bien merecido”, aseguró Alfonso Monasterio junto al ring de ventas de la Sociedad Rural de Tres Arroyos y cuando todavía eran muchos los que hacían fila para saludar a los Jorge (padre e hijo) Castro Madero por lo que había sido la 16ª venta anual de La Escondida.

Porque había sido una venta soberbia.

Será una tarde inolvidable para toda la familia de la cabaña de Gonzales Chaves, y en lo que se refiere a ventas, difícil de superar. Por la convocatoria que llenó la tribuna; por el estado de la torada, con una uniformidad y unos datos que desbordaban consistencia genética; por la cantidad de manos de tuvo cada lote; y porque en media hora volaron los 37 toros, con un promedio récord de 4.691.891 pesos, con un mínimo de 3.500.000 y un máximo de 6.000.000 de pesos.

“La torada nosotros la veíamos bárbara y se ve que a la clientela le gustó, todos ponderaron que los toros habían llegado muy bien. Creo que eso se notó en la pista. Y nosotros estamos muy contentos y sorprendidos. El remate superó nuestras expectativas”, explicó el Jorge menor de los Castro Madero con una sonrisa llena de satisfacción.

La Escondida tiró a la pista su Angus moderado, una marca registrada de la cabaña, que despierta cada vez más interés en los productores de la zona. Con un estado soberbio y la gran mayoría aptos para vaquillonas, la pareja y consistente oferta se reflejó en la agilidad de la venta, en las pujas que tuvo cada lote, y la paridad de valores. El último lote de trío tuvo un toro que se pagó 5.600.000, el segundo mayor precio de la tarde.

El comprador vino a buscar un determinado producto y cuando lo vio en la pista lo pagó. Y eso se vio cada vez que Alfonso Monasterio tuvo que martillar hijos de Caticho y de Emperador, toros garantizados para vaquillonas de 15 meses. “Lo más importante de la genética de La Escondida, aparte de que sean unos torazos, es que escupen a los terneros. Me sorprendí con cada venta de Caticho, que cada vez que aparecía se tiraban a la pileta y las ofertas pasaban los 5.000.000”, comentó el martillero, que no aceptó obligaciones en toda la tarde.

“Son dos padres para bajo peso al nacer, para la vaquillona de 15 meses, que van a andar bárbaro. Los dos, Caticho y Emperador, son un extremo en facilidad de parto y ya los ha probado la clientela y les ha dado muy bien. Por eso cuando entraban sus hijos subía la puja. Fueron dos padres que movieron el remate”, analizó Jorge (h).

Y la venta tuvo en el conjunto de la oferta una hacienda muy definida, carnicera, moderada, que fue premiada por la demanda. “Se ve que este tipo de hacienda gusta y en los remates en general se está pagando muy bien. Porque son animales muy fáciles de engordar, fáciles de mantener, y los vientres también muy fáciles de mantener en condiciones adversas”, aportó el mayor de los Castro Madero.

“Nosotros hacemos una gran presión de selección, porque para el comprador lo más importante es que el toro le dure. Entonces hacemos mucha presión en la genética y en la alimentación, que sea sana para que no produzca ningún problema de pezuñas ni de garrones. Es decir, que el toro dure y que tenga muy buena recuperación después del servicio”, completó Jorge padre.

Para lograr el resultado que se obtuvo en La Rural tresarroyense se tiene que dar un trabajo en conjunto. Por eso los Castro Madero agradecieron al equipo que los acompaña en la cabaña y en el campo. Por eso, Alfonso hizo lo propio con el equipo comercial de Monasterio Tattersall. “Me sobraban las manos y la torada estaba extraordinaria”, dijo para argumentar por qué La Escondida había tenido una tarde récord.

“Es nuestro remate número 16 con la cabaña y nunca hemos tenido nunca ni un problema, ni un reclamo y creo que eso tiene muchísimo valor”, agregó.

“Cuando empezamos a dar un remate, siempre decimos que a los cinco años uno va viendo qué pasa, cómo evoluciona. En el caso de esta cabaña, se fue afianzando y hoy es un rematazo con una calidad extraordinaria de hacienda”, completó el consignatario.

Los números y el trámite de la 16ª venta anual de La Escondida le dan la razón.

Las ventas

  • Organizador: La Escondida
  • Invitadas: Sausalito – Administración Briones
  • Consignataria: Monasterio Tattersall
  • Remate: Físico y streaming
  • Lugar / Plataforma: Sociedad Rural de Tres Arroyos / Clic Rural
  • Martillo: Alfonso Monasterio y Jorge Rodríguez
  • Animales: 316
  • Plazo: 30, 60, 90 días

N. de la R; fuente La Voz del Pueblo de Tres Arroyos.

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