Los drones ofrecen una amplia gama de posibilidades. Las ventajas de contar con la información necesaria sin estar en contacto directo con los ambientes analizados constituyen ventajas trascendentales. Independientemente de la reducción de costos y optimización de los resultados productivos, trae implícito un menor impacto ambiental.
Los drones, también conocidos en la terminología internacional como «RPAS» o «UAV», han ganado espacio y predicamento en diversos usos en las actividades civiles e incluso al servicio policial o militar en determinados países.
La utilidad de esta tecnología se está verificando en el ámbito agropecuario, con un futuro realmente muy promisorio. Estos vehículos aéreos no tripulados ofrecen una amplia gama de posibilidades para la agricultura. Están dotados para sobrevolar los campos de una forma rápida y absorber información incomparable merced a sus sensores. Tales características les permiten a los productores o asesores, tengan a su disposición un instrumento idóneo vigilar e incrementar la productividad.
Un solo dron ostenta la potestad de monitorear cientos de hectáreas de manera exacta, valorando las condiciones del terreno, obteniendo así datos inherente a humedad, temperatura, grado desarrollo de los cultivos, detección de enfermedades y presencia de malezas e insectos.
Disponer de tamaña información permite anticiparse a los acontecimientos y, en consecuencia a evitar adversidades que menoscaban el rendimiento de las cosechas. La información recogida a tiempo se traduce en una considerable reducción de costos, favorece la disminución de agroquímicos a utilizar, al tiempo que posibilita realizar las aplicaciones de fertilizantes en el momento más propicio.
Los drones están capacitados para evaluar cómo se comporta el riego, enviar fotografías y videos en tiempo real a la central que registra la evolución de los cultivos, e inclusive hay modelos que están en condiciones de efectuar aplicaciones de fertilizantes, fungicidas y agroquímicos; prácticas habituales en Japón, que se van extendiendo gradualmente en Australia, Corea del Sur y recientemente en otros países. L
Las ventajas de contar con la información necesaria sin estar en contacto directo con los ambientes analizados constituyen ventajas trascendentales. Independientemente de la reducción de costos y optimización de los resultados productivos, trae implícito un menor impacto ambiental.
A la luz de las experiencias recogidas y las posibilidades que se vislumbran, la teledetección en la agricultura supone una revolución tecnológica sin precedentes, en un paradigma que potencia los logros ya alcanzados por la agricultura de precisión.
N. de la R; Fuente Pregón Agropecuario – ADNbaires.
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