Resulta difícil encontrar adjetivos calificativos para describir lo que nuevamente ha sufrido el Club Defensores donde malvivientes e inadaptados sociales volvieron a ingresar al buffet del Predio de Bavio y Güemes, llevándose lo poco que había en el lugar pero rompiendo las instalaciones, dado que la dirigencia ha optado por llevarse del lugar lo que más pueden luego de cada jornada de actividad.
Es el tercer robo que sufren en solo un mes. “Ahora se llevaron algunas pelotas que son las que usamos en el Torneo. Todas las jornadas nos tomamos el trabajo de llevarnos todo” contó la Presidente del Club Miriam Perea.
“Estamos muy cansados. Terminamos a cualquier hora y ellos se manejan” agregó.
Resulta preocupante, a la vez, lo reiterado de los hechos delictivos en el Club en tan poco tiempo ya que en un breve lapso de tiempo, el tricolor ha sido víctima de sendos sucesos que los hacen retroceder. Incluso, hasta situaciones donde solo se busca hacer daño más allá del valor de los elementos con los que puedan alzarse.
Uno de los golpes más duros que había recibido la dirigencia fue cuando le sustrajeron metros y metros de cable subterráneo que estaba destinado para la instalación de las luminarias de la cancha principal. En aquella ocasión, la Comisión Directiva realizó una rifa con el fin de reunirse de fondos que permitieran volver a comprar el fundamental elemento.
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