La Liga Tandilense de Fútbol tomó una determinación que posiblemente siente un precedente a futuro en cuestiones disciplina. Hace días, el Vicepresidente de la Liga y dirigente de Velense, Ramiro Di Fonzo, agredió verbalmente a la terna arbitral durante el partido de 1ª división disputado en María Ignacia Vela entre el local y Atlético, que fue ganado por el conjunto de Ayacucho.
Tras una presentación de los árbitros donde claramente identificaron al agresor, la Liga publicó un comunicado donde acepta el pedido de disculpas de Di Fonzo pero no tomó medida alguna de disciplina, incluso cuando desde distintos sectores se pedía que lo lógico era que diera una paso al costado, al menos en la Liga.
Según se observa en el comunicado, no hay artículo que estipule penas para un dirigente de la Liga que cometa un atropello de estas características; y abre a la vez, un precedente donde el Tribunal de Disciplina tendrá que manejarse en una línea por demás compleja, porque ante futuras situaciones similares de dirigentes, cuerpos técnicos, o jugadores, apelarán a esta referencia.
Es tan insólito lo sucedido en la Liga Tandilense que el pasado fin de semana, con toda esta cuestión por resolverse, Di Fonzo junto a Miguel Cenoz, presidente de la Liga, entregaron premios tras la conclusión de los torneos formativos.
Claramente la salida de Di Fonzo de la Liga en su cargo de Vicepresidente era la determinación justa, aún teniendo que modificar el estatuto reglamentario. Ahora se vienen tiempos complejos para la entidad que regula el fútbol de la Unión Regional Deportiva de la cual no solo juegan equipos de Tandil sino de Rauch, Benito Juárez y Ayacucho.
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