La versión limitada de este SUV para el segmento B tiene detalles de diseño exclusivos, equipamiento abundante y la misma mecánica rendidora y eficiente de siempre.
Históricamente, las siglas SS o RS sirvieron para identificar a los pura sangre de Chevrolet. Sin embargo, en nuestra región RS es utilizada para diferenciar a sus autos que tienen cierto “look & feel sport”; en otras palabras, aplica para aquellos modelos estándar pero que ya vienen de fábrica con un paquete ornamental más agresivo denominado Rally Sport.
Aquí, la “saga RS” se inició en 2021 cuando se lanzó el Onix. Fue continuada a principios de 2022 con la llegada del sedán mediano Cruze, y a fines de ese año con el desembarco del C-SUV Equinox. Hace dos semanas se completó la cartera con la presentación del exitoso (fue el más vendido de 2023) sport utility para el segmento B Tracker, que es una edición exclusiva de 100 unidades ya disponible en los concesionarios y que pudimos evaluar.
Veamos cuáles son los componentes que le dan ese carácter diferencial a este RS. En el frente aparece el logo y la marca Chevrolet en negro, luce la insignia RS roja en la flamante parrilla (es estilo panal de abejas y también negra), las ópticas poseen una máscara oscura (con luces full LED) y en el paragolpes hay un protector, obviamente negro, brillante. Lateralmente, los espejos son de ese mismo color, las llantas de 17″ con acabado High Gloss y neumáticos 215/55, y rodeando la carrocería se sitúan los protectores plásticos. Atrás, destaca por el moño y la palabra Tracker y el aplique brillante en el voluminoso paragolpes (negros), y las luces de la misma manera son en LED.
- Largo: 4,27 m
- Ancho s/c esp. 1,791/2,057
- Alto: 1,626
- Distancia entre ejes: 2,57
- Tanque: 44 L
- Baúl: 393/1278 L
- Peso: 1271 kg
- Neumáticos: 215/55 R17″
En el interior igualmente domina el negro (asientos, volante, paneles de puertas y consola), hay costuras en rojo y materiales y terminaciones de buena calidad, con preponderancia de plásticos duros pero de tacto suave. La posición de manejo es elevada (como todos los SUV), cómoda y fácil de hallar y el espacio adelante es abundante mientras que atrás es el justo para que se acomoden tres personas.
En síntesis, son detalles que lo hacen resaltar y que le quedan realmente muy bien.
La dotación de elementos de confort incluye aire acondicionado, tapizados en cuero ecológico, sensores de estacionamiento traseros, cámara de retroceso, tomas USB y de 12 V, techo panorámico eléctrico, apertura de puertas y encendido sin llave, control de velocidad crucero, y pantalla táctil de 8″ (rápida e intuitiva) desde la cual se controla el sistema de conectividad e infoentretenimiento MyLink (compatible con Android Auto y Apple CarPlay) con proyección inalámbrica y aplicación myChevrolet, además de wifi nativo que lo convierte en un hotspot mediante el cual se pueden conectar hasta 6 dispositivos al mismo simultáneamente.
Los productos de Chevrolet se vienen destacando desde hace años por ofrecer unos niveles de seguridad muy importantes. En el caso del Tracker, no es menor que haya obtenido cinco estrellas (máxima puntuación) en las pruebas Latin NCAP en protección para adultos y niños. Esto, porque cuenta con 6 airbags, indicador de distancia del vehículo delantera, controles de estabilidad y tracción, frenos con ABS y EBD, anclajes Isofix para SRI, alerta de colisión frontal, monitor de punto ciego, frenado autónomo de emergencia, asistente de arranque en pendiente, entre otros. Aquí también habría que incluir el sistema de asistencias y emergencia en viaje OnStar (brinda ayuda en tiempo real los 7 días y las 24 horas en caso de accidente o de sufrir otro tipo de inconveniente en la calle o ruta).
Confiable y eficiente
Como se mencionó, la cuestión deportiva pasa estrictamente por la estética. Por eso, a nivel mecánico encontramos el conjunto motor-caja conocido del Tracker compuesto por el bloque turbonaftero de 3 cilindros, 12 válvulas y 1.2 L de cilindrada con doble árbol de levas a la cabeza (DOHC) e inyección multipunto de combustible, que genera 132 CV a 5500 rpm y 19,4 kgm de par desde las 2000 rpm, en esta caso asociado a una transmisión automática de 6 cambios; la tracción es delantera. En la selectora hay una L (sería algo así como una especie de baja) que retiene las primeras marchas para situaciones en las que se requiera toda la polenta disponible.
El impulsor ofrece una potencia adecuada para encarar los caminos sin problema, buen torque para hacer sobrepasos con confianza y reacción cuando se la necesita para maniobrar imprevistamente, y a él se suma una caja bien relacionada y que pasa los cambios de forma rápida y sin tironeos, con lo cual estamos frente a un combo que se adapta a la perfección para el uso al que está destinado: viajes relajados o movilidad diaria de las familias, ya que sin dudas es en la ciudad y en la ruta donde mejor se siente.
- Motor: naftero con turbo
- Cilindros: 3 en línea
- Cilindrada: 1199 cc
- Compresión: 10.5:1
- Válvulas: 12
- Potencia: 132 CV a 5500 rpm
- Par: 19,4 kgm a 2000 rpm
- Caja: automática de 6 marchas
- Tracción: delantera
El confort de andar es notable (silencioso, cómodo, mullido), y su comportamiento dinámico está dentro de lo esperado para un coche como este: estable, firme, agarrado.
No difiere tampoco en lo que hace a la performance, ya que acelera de 0 a 100 km/h en 10,5 s, la elasticidad es de 7,5 segundos para alcanzar 120 km/h desde 80 km/h y la velocidad máxima está limitada a 185 km/h.
Yendo a los consumos, hay que admitir que es bastante austero y que no desentona respecto de sus rivales, pues gasta unos 9,5 L/100 km en uso urbano y unos 7 L/100 km en autopista a 130 km/h constantes.
Al cierre de esta edición, el precio sugerido al público era de $ 31.916.900.-
N. de la R; fuente La Nación
Comentarios