Aumento de palomas en Mar del Plata: cuáles son las razones

Los vecinos de «La Feliz» han notado un aumento en la población de estas aves que además de invadir los balcones, ensucian la ciudad.

Resulta un condimento más de la cotidianeidad caminar por la calle y escuchar a los vecinos de Mar del Plata quejarse por la cantidad de palomas que hay en la ciudad. Alambrados y cuervos de plástico son las medidas que más se ponen en práctica para evitar la invasión, sin embargo, no se conoce un caso de éxito rotundo.

La principal preocupación recae en el excremento de las llamadas por algunos «ratas con alas» que es corrosivo y muy difícil de limpiar. Más cuando cae en las veredas o las fachadas de los edificios.

Respecto al aumento de estas especies de aves, Carla Paterlini, Lic. En Ciencias Biológicas, becaria doctoral de CONICET con lugar de trabajo en el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras IIMyC (UNMdP-CONICET), manifestó: «Para Mar del Plata y alrededores hay registradas siete especies de palomas, con algunas tenemos que tener el ojo un poquito más afilado que con otras, porque son más difíciles de identificar»

Asimismo, señaló que «hay una de esas especies que no es autóctona y es la que se conoce vulgarmente con el nombre de paloma doméstica. El nombre científico de esa especie es Columba Livia, al ser una especie introducida tiende a aumentar cuando coloniza ambientes, pero no hay datos certeros porque no hay quienes estudien las poblaciones de esta paloma en Mar del Plata específicamente».

Esto se suma a que «no tiene depredadores naturales en la zona, a su vez tampoco tiene mucha competencia por el alimento. Lo que pasa es que en las ciudades se encuentra lo que nosotros llamamos disponibilidad del recurso trófico, lo que quiere decir que tiene alimento y agua disponible en grandes cantidades«, declaró.

A su vez, «en las ciudades encuentran lugares donde reproducirse al por mayor porque las construcciones, edificios, muros, casas, incluso algunos árboles importantes les dan espacio para hacer sus nidos. Es una especie que suele nidificar hasta ocho veces al año y tienen dos pichones por puesta. Entonces, si tienen alimento y lugar donde nificar, no tienen depredadores que controlen el número de población», resaltó.

La razón por la cual hay una mayor concentración en las zonas céntricas de la ciudad, es que » hay más alimento, pueden ser en pedacitos de galletitas, semillas, gente que le tira pancito ,cosas que también encuentran por ahí que van cayendo de los residuos domésticos».

«Lo que sucede en lugares más céntricos es que tienen muchos espacios donde reproducirse. Por ejemplo, orificios en edificios, los techos de los locales céntricos, huecos que se generan donde van los aire acondicionados», comentó. Además no hay tantos perros o gatos que pueden llegar a controlar la cantidad, como en zonas más agrestes.

Otras dos aves que empezaron a circular en el último tiempo en Mar del Plata son los Gavilanes conocidos depredadores que funcionan como «un control natural» de las palomas y Chimangos, muchos de ellos, rompedores de bolsas de basura seriales.

«El nombre científico es Milvago chimango y es una especie que también ha colonizado áreas urbanas en los últimos tiempos y se lo ve muy cómodo utilizando los recursos que el hombre le da, o sea, coexistiendo el ser humano. Se lo suele ver sobre las bolsas para aprovechar restos de comida que nosotros dejamos en la vereda«, explicó

Este animal «se puede adaptar a distintas circunstancias y ha podido encontrar en las ciudades un lugar donde sobrevivir, vivir e incluso reproducirse en los últimos años». Con relación a lo enunciado, remarcó que «los estudios marcan que es una especie que aprende rápido, son flexibles, no tienen tanto miedo y eso le posibilidad de poder establecerse en áreas urbanas con más facilidad».

Mito o realidad: ¿Las palomas pueden transmitir enfermedades graves?

La mayor inquietud que genera este tipo de animales es la posibilidad de que transmitan enfermedades a los seres humanos. «Todas las aves en general tienen ciertas patologías que pueden ser transmitidas de alguna otra forma a otras especies». 

«La problemática está en las heces, en las deposiciones de las palomas que son el reservorio de bacterias, e incluso algunos hongos, que podrían ser perjudiciales para el ser humano», sentenció.

Por otro lado, «las palomas suelen tener bastantes ectoparásitos que son parásitos que tienen en la piel y en las plumas. Si nosotros tenemos en el balcón de nuestra casa o en un área cercana nidos de palomas infectadas, estos parásitos podrían entrar en la casa y afectar la piel de aquellas personas sensibles vivan allí».

No obstante, «no es algo para asustarse por el momento, pero sí, para estar atentos». Algunos de los recaudos a tener en cuenta son «no limpiar en seco un lugar donde se juntó mucha caca de Paloma para que ese polvillo no se suspenda en el aire e inhalarlo. No manipular palomas que estén enfermas y controlar los nidos».

De modo que para evitar que se adueñen de las viviendas o comercios, se puede «poner pequeñas rejas, tener un balcón activo, es decir que haya movimiento humano para que no hagan nidos,  algunas personas utilizan estatuillas que funcionan como espantapájaros. También es muy común ver en los balcones de Mar del Plata una postal típica de estos edificios que son usados para alquiler de verano, que son las bolsas que se mueven con viento»

«Pero el ave al darse cuenta que no hay un disturbio real de ese lugar, termina acostumbrándose al ser algo regular en el tiempo y se acomodan en ese espacio», concluyó.

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