Se habían suspendido varias actividades durante este domingo y si bien se venía anunciando desde hace mucho tiempo, era una prueba muy exigente en estos tiempos de economía difícil, para una institución que tiene un grupo de trabajo excepcional, y como si fuera poco el cariño y respecto de toda la comunidad ayacuchense.
Por eso es que alegró mucho, pero no sorprendió la enorme respuesta una vez más de la gente sobre las instalaciones de Av. Colón y Poderoso. Las familias respondieron y una vez más se vendieron todos los corderos y chorizos que se habían puesto en los asadores.
Un poco pasados por agua, a los apurones y con temor de mal tiempo, pero ello no sucedió y la institución se vio agradecida y feliz al cierre del trabajo, ya que el objetivo se cumplió una vez más. Muchas gracias a todos los que concurrieron.
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