Lo que no debemos permitir es que el árbol nos tape el bosque y que la opinión pública en vez de hablar de la crisis de los agricultores, hable de crisis entre Entidades colegas -que no es tal-. Si no somos capaces de esto, todas las luchas serán en vano, el gobierno hará caso omiso a nuestras demandas y los únicos beneficiarios serán los mismos grupos de siempre, que consolidan su avance en toda la cadena productiva, arrebatándonos nuestro futuro. Por Omar Príncipe (*)
El sujeto agrario representado por FAA, en todas las economías regionales -incluyendo al de la Pampa Húmeda-, atraviesa una situación económica y social que lo pone a las puertas del abandono de la actividad. La falta de políticas públicas diferenciadas que generen oportunidades para que los chacareros de menor escala sigan produciendo, se traduce en múltiples situaciones en las que son asfixiados por los altos costos, el precio que pagan industrias y exportadores al adquirir sus productos por debajo de los costos de producción -especulando con la apertura de las exportaciones y el incremento del precio internacional-, la rentabilidad negativa, la alta presión impositiva resultado de la falta de actualización de impuestos que han perdido la progresividad, la pérdida de cosechas por inclemencias climáticas, la falta de previsibilidad y el desplazamiento de la actividad por parte de los actores más concentrados y de la minería, que acaparan tierras y agua.
En este marco, la FEDERACION AGRARIA ARGENTINA priorizó impulsar un Plan de Acción Gremial que efectivamente logre dar visibilidad a los múltiples problemas que padecen nuestros socios así como realizar todas las medidas necesarias para que el Estado dé respuestas urgentes y se planifiquen, a la vez, políticas que transformen estructuralmente el modelo agropecuario. Nuestra entidad debe «hacer ruido», nuestras propuestas deben destacarse con claridad para que sean recogidas por el actual gobierno nacional y por quienes asuman a partir de diciembre de 2015. La FAA, inspirada en nuestros principios fundacionales, defiende un abanico de agricultores entre los que encontramos desde aquellos de subsistencia hasta otros más capitalizados, pero todos, productores agropecuarios que viven y trabajan en los territorios rurales de cada región de nuestro país, intentando sostenerse aún en las condiciones más inhóspitas y desfavorables. En igual medida, todos se enfrentan cada año a la realidad de que seguir produciendo implica el riesgo de desaparecer.
Por esto, desde fines del año pasado, nuestra organización viene llevando adelante un intenso plan de lucha que incluyó hasta ahora la realización de asambleas y tractorazos en distintos puntos del país. Asimismo, inició gestiones activas ante distintas áreas del Estado, en búsqueda de respuestas para nuestros socios (ante Banco Nación, precio del trigo, recomposición del precio de la leche, incorporación al Registro Nacional de agricultura Familiar, con respuesta satisfactoria). Para profundizar esta estrategia -ratificada en dos oportunidades por el Consejo Directivo Central de FAA-, los Directores de todo el país decidieron convocar el próximo 19 de marzo a una Asamblea y Jornada Nacional de Protesta frente al Ministerio de Agricultura de la Nación. Estamos convencidos de que es la estrategia adecuada para insistir con nuestro reclamo de políticas públicas diferenciadas, por las que venimos luchando hace tiempo y aspiramos a poder gestionar asistencia urgente a las situaciones más críticas a la vez de instalar definitivamente nuestras demandas y propuestas de políticas para el diseño de un nuevo modelo de desarrollo rural.
Durante este tiempo, también nos hemos reunido con las Entidades de la Mesa de Enlace, espacio donde hemos volcado nuestras necesidades, propuestas y plan de acción. En este ámbito, desde el 2008, en muchas oportunidades hemos aunado criterios para llevar adelante presentaciones en conjunto, medidas de fuerza y movilizaciones, aún teniendo cada entidad una historia diferente y representando a productores de distintas escalas. Pero en esta oportunidad, las entidades colegas entendieron que la estrategia es convocar a un Cese de Comercialización, en tanto que la Federación Agraria Argentina había definido con anterioridad, un Plan de Lucha que no contemplaba esa medida dado que los chacareros que representamos en diferentes regiones se encuentran endeudados, luchando para poder vender sus productos, para cosechar sus frutas, para que la industria pague un precio justo, o para que las exportadoras paguen el precio internacional del poco trigo que les queda. En Pampa Húmeda, la cosecha gruesa, aún no se ha levantado.
Entendemos que es saludable que las organizaciones se expresen con autonomía de todo gobierno, partido político u otra entidad, y que serán positivas las múltiples acciones que cada una decida llevar a cabo en defensa de los intereses de los productores agropecuarios, chacareros y agricultores familiares de todo el país, y de todas las escalas. Los problemas son demasiados y es necesario pensar una Argentina para todos los actores del sector, sin fracturas, promoviendo el diálogo y la paz social, y sobre todo, construyendo un país más igualitario donde también los chacareros podamos recuperar derechos, en el desafío de seguir viviendo y produciendo desde las miles de pequeñas localidades del interior de nuestro país, hacia donde el Estado deberá enfocar mas políticas públicas para los productores que corremos el real riesgo de desaparecer.
Lo que no debemos permitir es que el árbol nos tape el bosque y que la opinión pública en vez de hablar de la crisis de los agricultores, hable de crisis entre Entidades colegas -que no es tal-. Si no somos capaces de esto, todas las luchas serán en vano, el gobierno hará caso omiso a nuestras demandas y los únicos beneficiarios serán los mismos grupos de siempre, que consolidan su avance en toda la cadena productiva, arrebatándonos nuestro futuro.
(*) Presidente de Federación Agraria Argentina.
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