Días pasados nos dejó físicamente una persona que fue muy importante en mi vida…Época aquella que yo transitaba un Deporte a Nivel nacional, el Turismo Carretera.
Esta persona fue uno de los pilares de fuerza, confianza, trabajo para que el sueño de nuestro grupo se fuera concretando carrera a carrera. Este amigo que hoy recuerdo tan especial y querido por mí es MARIO GARCIA, CHINACO, como así le decíamos, él era quién a último momento de salir de viaje a la competencia recordaba y alistaba todo lo necesario para que nada faltara.
Así también en las carreras; cuando probábamos; cuando clasificábamos, él estaba al pie del auto siempre recordando o dando indicaciones con respecto a detalles de todo lo referido a poner el auto en la pista. Con esa forma de ser tan especial nació una fidelidad que se mantuvo hasta el último día, dentro de un grupo diverso y heterogéneo como fue el que siempre me acompaño en el TC.
Además del tiempo que le llevaba su trabajo, su familia, la zarzuela, el coro siempre se hacía un lugar para trabajar en el taller. Cada carrera o en cada Peña hay alguna anécdota que se relacionaba con el cómo así cada comida que el improvisaba cuando se presentaba la ocasión .Ya que los bolsillos eran flacos el creaba una rico menú que dicho sea de paso el también saboreaba y muy bien…
No era todo color de rosa y tanto Chinaco como mi familia siempre siguieron soñando juntos representar Ayacucho en la máxima categoría del automovilismo nacional. Con mi familia y con mis padres en particular se generó una relación muy entrañable que hasta el último día perduro.
Alegrías, broncas, abrazos, tristeza, y hasta algunas lágrimas se compartió en esta amistad nacida por una misma pasión, mi familia y yo siempre TE RECORDAREMOS CHINACO. La vida da duros golpes y tu partida ha sido uno de ellos… que esa alegría que tenías y el compromiso con el sueño vivan en Cristina y los chicos para asi poder recordarte…..”Abrazo al cielo Chinaco”…
JULIO ANTONIO QUINTANA
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