La maquinaria agrícola crece en mercado por la mejora en la rentabilidad de productores

El informe, realizado por las consultoras Ecolatina y Key Market, destaca que bajo un contexto de menor área sembrada en la campaña 2015/16 debido a rentabilidades negativas para los productores (producto dela caída en los precios internacionales, alta presión tributaria, apreciación del tipo de cambio real y aumento de costos), y de restricciones al acceso del financiamiento por parte de la banca pública por la implementación de un “cepo crediticio” a quienes retenían stocks, las ventas en el mercado interno cayeron 14,9% en 2015.

 

Frente a este fenómeno las ventas de equipos extranjerostuvieron un mayor deterioro que las de nacionales producto de las restricciones para importar maquinaria. En consecuencia, la cuota de mercado de los últimos se amplió dentro de un mercado de menor dimensión: en 2011 el share nacional en unidades vendidas era del 55%, mientras que en 2015 dicha cuota alcanzó casi el 90%.

 

Por su parte, a pesar de que la producción de maquinaría agrícola acumula una caída del 10% desde 2011, logró una leve recuperación el año pasado trepando un 10%. El virtual cierre de importaciones explica porqué a pesar de que las ventas internas cayeron, la producción local aumentó. Dicha mejora fue impulsada exclusivamente por la fabricación de tractores que experimentó una suba del 51% respecto al año anterior.

 

El empleo en el sector industrial de maquinaría agrícola acumula una retracción del 7% desde 2011, reflejando la menor actividad experimentada durante estos años. Adicionalmente, la merma en la mano de obra del sector también se ve explicada por el encarecimiento de los salarios en dólares. Desde la implementación del cepo en 2011, las remuneraciones en moneda extranjera  en el sector treparon 10%.

 

El frente externo también fue desfavorable. El 2015 fue un año recesivo para los países de la región, los cuales se configuran como los principales compradores de maquinaría agrícola argentina.

 

Asimismo, el atraso cambiario del peso argentino frente a las monedas de los principales socios comerciales se profundizó afectando significativamente la competitividad externa. La salida del cepo cambiario con el posterior aumento en el tipo de cambio, sumado a la quita de retenciones a las exportaciones para varios sectores (en el caso de la maquinaria agrícola eran del 5%), mejoraron la competitividad externa de Argentina pero todavía queda algo rezagada respecto al conjunto.

 

Tras la mejora en la rentabilidad de los cultivos extensivos se espera que los productores apuntalen la demanda de maquinaría e implementos renovando la tecnología, en pos de ganar competitividad y expandir el área sembrada y cosechada. Asimismo, si la demanda externa revierte la situación, las exportaciones de maquinaría agrícola podrían repuntar.

 

Por último, se espera un crecimiento de la inversión en bienes de capital tras un mayor y mejor acceso al financiamiento proveniente de la inserción de la Argentina en el mercado financiero internacional y de las intenciones del gobierno de fomentar la inversión en el proceso productivo. Ejemplo de ello, es la reactivación del crédito del Banco Nación y Provincia a productores de soja.

 

Asimismo, los gobiernos provinciales también han comenzado a trabajar en incentivos a la demanda tras las perspectivas de un crecimiento de la producción agrícola para la próxima campaña. Tal es el caso de Santa Fe, que anunció en su Plan de Desarrollo Industrial el destino de 100 millones de pesos para productores primarios para la compra de maquinaria agrícola producida en dicha provincia.

 

 

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