Análisis de impacto de la «Peste Porcina Africana” – Por el Lic. Agustín Tejeda de BCBA

Por medio del presente, adjuntamos el documento “Fuentes de incertidumbre en el mercado mundial: análisis de impacto de la Peste Porcina Africana”, elaborado por el Instituto de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales y la Fundación INAI. En el mismo, se analizan los efectos de este fenómeno sobre la producción de cerdos en China, principal fuente de demanda de harina de soja y granos forrajeros de ese país, y sus repercusiones en el funcionamiento de los mercados internacionales de commodities agrícolas.

Según el estudio, la producción de carne porcina en el gigante asiático podría disminuir hasta un 30%, provocando una caída de hasta 11 millones de toneladas en las importaciones chinas de poroto de soja. El descenso de los precios internacionales, así como los cambios en los flujos comerciales globales generados por este acontecimiento, en conjunto con la denominada guerra comercial, configuran una serie de renovados desafíos para las cadenas agroindustriales argentinas, al tiempo que abren algunas ventanas de oportunidad en el corto plazo. Este trabajo indaga sobre estos efectos e invita a pensar cual debería ser el posicionamiento de Argentina en este contexto.

Introducción

Durante el último año, una serie de factores ha afectado el funcionamiento de los mercados de commodities agrícolas, con importantes consecuencias sobre los niveles producidos, consumidos y comerciados de los distintos productos; así como en los precios internacionales, que se encuentran en los niveles más bajos desde 2007. Entre mediados de 2018 -meses previos al inicio de la siembra de la campaña en curso- y mayo de este año, el precio FOB de la soja argentina disminuyó en promedio 40 dólares la tonelada (-12%), según datos de la Bolsa de Cereales.

Entre los factores que están influyendo en las cotizaciones, sin dudas debe mencionarse la denominada Guerra Comercial entre las principales economías del mundo, que dio inicio el año pasado con la imposición por parte de Estados Unidos de aranceles a sus importaciones de acero y aluminio provenientes de China, y siguió con la decisión del gigante asiático de imponer como represalia un arancel del 25% a sus compras de soja americana, entre otros productos agroindustriales.

Pero en el último tiempo, ha irrumpido con fuerza un segundo factor de incertidumbre, que viene a complejizar aún más la situación en la que se encuentra el mercado internacional de estos productos. Se trata de la Peste Porcina Africana, que está afectando negativamente la producción de cerdos en China, principal fuente de demanda de harina de soja en ese país. El panorama se completa con el retraso que está sufriendo la siembra de maíz en EE.UU. debido a condiciones climáticas adversas, y la posibilidad de que parte de esta superficie pase finalmente a engrosar el área destinada al cultivo de soja.

El descenso de los precios internacionales, así como los cambios en los flujos comerciales globales generados por estos acontecimientos, configuran una serie de renovados desafíos para las cadenas agroindustriales argentinas, al tiempo que abren algunas ventanas de oportunidad en el corto plazo. Dada la importancia del sector para el crecimiento de la economía y la generación de divisas, los impactos de este nuevo escenario mundial adquieren para nuestro país significativa importancia, y nos invitan a repensar las decisiones adoptadas en materia de política agropecuaria.

Continuando con la línea de estudio desarrollada en el documento “El Arte de la Guerra Comercial: implicancias para la agroindustria argentina de una escalada del proteccionismo” publicado por la Fundación INAI en julio pasado, el objetivo de este trabajo es analizar los efectos de la Peste Porcina Africana sobre el mercado mundial y la agroindustria argentina en particular, utilizando herramientas cuantitativas de simulación de impacto.

Peste Porcina Africana

El virus de la Peste Porcina Africana (PPA) constituye una enfermedad altamente contagiosa, con tasas de mortalidad cercanas al 100% en los cerdos domésticos. Si bien el virus no causa enfermedad en los seres humanos, si tiene un significativo impacto económico, especialmente si se considera que, al detectarse la enfermedad en un animal, toda la piara debe ser sacrificada.

 

N, de la R; Autor: Lic. Agustín Tejeda de BCBA – Lic. Nicolás Jorge de INAI –

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